RESEÑA "VIENTO DEL NORTE"
Lo primero que encontramos cuando nos acercamos a la caja de
Viento del Norte (de Devir) es el nombre de Klaus Teuber, el
creador del mítico Colonos de Catán. Lo siguiente que nos viene a la mente es
¿estará a la altura de su predecesor?
Vayamos por partes. Lo primero que llama la atención es la
preciosa presentación con la que nos encontramos. Cuatro grandes barcos
montados por cada uno de los jugadores, capitanes de los navíos mercantes que
deberán conseguir ser los primeros en cumplir el mayor número de misiones
comerciales posibles.
Para cumplir dichas misiones debemos comprar, vender, vencer
a piratas, conseguir oro de un navío naufragado… Todo ello para encontrar el
puerto de la ciudad elegida y abastecerla con nuestras mercancías.
La calidad de los componentes es notable. Una gran cantidad
de componentes de madera que representan desde nuestros marineros, hasta piratas
y diversas mercancías como la sal, vino, cereales… Unas losetas de cartón
rígido y un tablero de gran calidad será lo único de los que tengamos que
preocuparnos durante el juego. La verdad que pese a su sencillez muestra una
gran utilidad.
Pero… ¿cómo se juega a Viento del Norte? En cada turno, cada uno de los jugadores
deberá investigar una isla y lo hará levantando una serie de losetas (que previamente
se han establecido en tres montones) y deberá resolver las distintas acciones
que aparezcan en ellas con el fin de recolectar mercancías. Si en este trayecto
encontramos el puerto pertinente y disponemos de los recursos necesarios para
cumplir una misión, conseguiremos un punto que anotaremos en nuestra lista. Así
la misión de esa ciudad cambiará hasta que otro consiga llevarla a cabo. Y así
sucesivamente. Además encontramos acciones como mejorar nuestro navío pero solo
cuando consigamos encontrar esa opción en las losetas. Un juego con unas reglas
muy sencillas y muy amenas.
Y… ¿para quién está
destinado? Antes de entrar a hablar de rangos de edad, creemos que está mejor
destinado si hablamos de público. Es un juego perfecto para toda la familia, ya
que pese a sus reglas sencillas podemos encontrar un puntito de estrategia con
el que iniciar a los más pequeños, ya que deben recordar en que montón está la
misión que necesitan para conseguir un determinado material y estar atentos
para aprovechar los movimientos de otros. También la opción de utilizar los
contratos mercantiles le da un poco de chispa a cada turno.
En nuestros talleres, los pequeños lo han acogido con los
brazos abiertos y siempre es uno de los juegos más solicitados. Pero los
monitores tampoco nos quedamos atrás.
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